jueves, 8 de octubre de 2015

Tarea 7. Conclusiones del debate.


Hoy nos hemos reunido en el fondo de la clase en la zona en la que ya no hay ordenadores. Hemos estado en círculo comentando y reflexionando sobre lo sucedido en la clase anterior. El martes pasado llevamos a cabo el debate que con tanto empeño organizamos el jueves pasado. En esta actividad hemos trabajado el tema de hablar en público y el de la planificación de actividades docentes.

Lo primero de todo hemos recordado como fue la experiencia del debate. Hemos comentado como en los dos primeros debates que hicimos nuestras actuaciones no fueron del todo acertadas, puesto que aunque el contenido de nuestros argumentos era bueno, nuestra forma de actuar y dirigirnos al público (nuestros propios compañeros) era muy forzado, nos faltaba soltura y era muy poco dinámico. Hemos recordado también que tras un par de consejos del profesor, el último debate fue muchísimo mejor. Mucho más dinámico e interesante. Los oradores se levantaron y anduvieron por la tarima, y se dirigieron muchísimo más al público. Y aunque los contenidos eran igual de buenos, la comunicación fue muchísimo mejor.

Esto lo hemos llevado a la situación que se puede dar en un aula. Joaquín nos ha hablado sobre la importancia de no quedarnos siempre en el mismo rincón del aula. Nos ha recordado que el aula es nuestra y que podemos caminar a nuestras anchas por ella mientras hablamos a los alumnos. También hemos hablado de cómo superar le nerviosismo, para el cual puede ser bueno generar algunas rutinas, y de lo importante que es tener la clase preparada. Si preparamos bien la clase con anterioridad, no solo estaremos mucho más seguros frente al alumnado por controlar bien la materia, también porque evitaremos que nos sobre tiempo.

A continuación hemos pasado a hablar de la planificación de este debate. Para todos nosotros el resultado de la planificación fue bueno, ya que pudimos ejecutar el debate sin incidentes. Pero si ha habido criticas al tiempo que tuvimos para prepararlo y en la forma de repartir las tareas, ya que hubo grupos que no tuvieron el tiempo suficiente para realizar su cometido con calma, y además, hubo una parte de la planificación que se hizo por duplicado porque lo hicieron dos grupos.

La conclusión final de todo ello, es que la planificación no es fácil, pero que no por ello debemos dejar de planificar nuevas actividades. Con la experiencia todo se mejora. 

La mejor reflexión que se ha dado en el aula, es que tras ejecutar una actividad con los alumnos, es muy importante analizar el trabajo que se ha realizado. Ésta es la manera de aprender y mejorar. Tras una clase, es bueno reflexionar sobre lo que ha salido bien o mal, el porqué, y en cómo podemos mejorar lo que no alcanza los objetivos que buscamos. Es muy fácil decir que las cosas no salen bien porque el curso o el grupo es malo, echar la culpa a que ya venía así, y por ello no hacer nada al respecto. Seguro que hay muchas cosas que podemos hacer para que las cosas funciones mejor en la siguiente clase. Por lo tanto a la hora de impartir una clase o realizar una actividad con los alumnos, es tan importante su evaluación posterior como su planificación anterior. Una buena evaluación y autocritica de lo ocurrido en el aula es lo que nos dará la pista para que la próxima vez lo que ya sale bien salga mejor y lo que salió mal deje de salir mal.

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